LA ESPIRITUALIDAD ES LA ESENCIA DE NUESTRA SALUD

Hablar de espiritualidad en el ámbito sanitario sigue sonando extraño cuando no improcedente. Hace mucho que la ciencia impuso su dominio y se apoderó de la supuesta verdad, atribuyéndose el derecho a determinar lo que era cierto y lo que no lo era, lo que había que hacer y lo que no se podía o debía hacer porque no servía para nada. Esa misma ciencia gracias a la cual la Medicina avanzó tanto y permitió prolongar espectacularmente la esperanza de vida se arrogó la exclusividad del conocimiento válido.

Aplicando su método determinista, la ciencia dicta las normas a seguir de forma veladamente dictatorial como el único camino posible para alcanzar el objetivo perseguido: prolongar la supervivencia. Pero esta afirmación, que es la base sobre la que está organizado el sistema sanitario, con todas sus virtudes (que son muchas) y defectos (que no son pocos), parte de dos premisas cuestionables. La primera, que en ese determinismo no intervienen más variables que las físicas o biológicas y por tanto medibles y objetivables. La segunda, que el objetivo prioritario sea siempre la supervivencia obviando todo lo demás. En mi opinión, ambas son falsas.

El problema es que, si no aceptas que tus reglas no son las únicas, sino que puede haber otras reglas y otros escenarios diferentes al tuyo, entonces rechazas todo aquello que no encaja con tu esquema predeterminado. La consecuencia es que una parte importante de la persona que tienes delante queda fuera de tu campo de visión, y una parte importante de su sufrimiento y del origen de su sufrimiento, también. Y así será difícil que puedas ayudarla de verdad.

Pero la cuestión no afecta solo a los profesionales sanitarios que atienden a los enfermos. Nos afecta a todos como portadores de una salud que a menudo no entendemos y de la que en cierta manera nos desentendemos delegando su cuidado al sistema en el sentido de que nos digan lo que debemos hacer.

Todo cambia cuando yo me doy cuenta de que mi salud afecta a toda mi persona y no solo al estado de mis órganos y tejidos, cuando me doy cuenta de que todas mis dimensiones están estrechamente relacionadas e influyen las unas en las otras, y cuando me doy cuenta de que precisamente por ello el origen de mi malestar o de mi pérdida de salud a veces no está en el cuerpo, sino en otro lugar.

La dimensión espiritual es uno de esos lugares. De hecho, es la columna vertebral sobre la que se sostienen todas las demás, aunque sea de forma inconsciente. Si por dentro no estás bien, por fuera tampoco lo vas a estar, aunque pueda parecerlo, y a la mínima tensión o dificultad se harán evidentes todas las costuras. Y eso tiene consecuencias sobre tu salud. Y eso no aparece en los análisis clínicos ni en las pruebas complementarias.

Cuidar de nuestra dimensión espiritual es una parte esencial del cuidado de nuestra salud. Tomar conciencia de ello nos puede ayudar a abrir nuestra perspectiva y aprender así a cuidarnos de un modo distinto. Porque los principales responsables de atender esta dimensión somos nosotros mismos, y para hacerlo hemos de mirar hacia adentro. Salud significa equilibrio y armonía. En ese equilibrio participan todas las esferas de la persona, no solo su cuerpo biológico. Y en ese mismo equilibrio el peso de lo intangible es decisivo.

No es fácil cambiar nuestra visión, la inercia del modelo clásico es muy poderosa. Cuando lo hacemos, la salud trasciende y se conecta con nuestra interioridad y con el sentido de nuestra vida, y eso nos lleva a cuidarnos ya no desde el miedo a que algo no funcione o salga mal, sino desde el objetivo de sentirnos bien con nosotros mismos y con nuestra vida.

Sobre todo esto trabajaremos a fondo en el curso LA ESPIRITUALIDAD, ALMA DE NUESTRA SALUD, que ya tuvo una edición presencial. Esta vez lo llevaremos a cabo en formato online para facilitar el acceso. Constará de dos sesiones intensivas los días 29 de febrero y 1 de marzo, de 17 a 21 horas. Será un espacio de exposición de contenidos y de compartir reflexiones y experiencias personales que sin duda resultará muy enriquecedor.

Tienes toda la información sobre el curso aquí.

Gracias por leerme.